Marat-Sade y Animalario


MARAT-SADE, de Peter Weiss
Centro Dramático Nacional y Compañía Animalario
Teatro Tívoli, 3/05/07 - 27/05/07


Trata sobre la representaciones que solía crear el Marques de Sade en el convento de Chareston en el cual fue recluído ya que por un lado tenía una enfermedad mental y por el otro era un agitador de las clases políticas y pudientes de la Francia post Revolución. Las obras, claro esta, eran representadas por internos para la diversión de las clases pudientes y en ellas el Marques de Sade solía incluir ciertos puntos de vista que se le podían permitir por su concepto de "loco" pero que eran ídeas más cuerdas que las de los no enfermos. Sade mostró a este publico de bolsillo pudiente su propia realidad, haciendoles que ver si estaban allí era en gran parte por muchos de los internos que fueron los que idearon la Revolución Francesa y que fueron declarados como "locos" por aquellos que tan sólo les interesaba la Revolución para pillar un buen cargo. Entre los ideologos de la Revolución estaba Marat que fue un preso político y que fue asesinado por unos hechos que mostró Sade en una representación tan escandalosa como rigurosa.

Sobre la obra no voy a decir más que una frase del comienzo y la frase final. Al comienzo, al público se le dice que "dado el nivel de envejecimiento de la media europea, más del 50 % de la población que supere los 60 años terminará padeciendo algún tipo de enfermedad mental" y al final se dice "¿Cuando vaís a comenzar a ver?".



Persecución y asesinato de Jean-Paul Marat representado por el grupo teatral de la casa de salud de Charenton bajo la dirección del señor de Sade. Bajo ese título se esconde el libreto donde Peter Weiss filosofa acerca de la realidad y el peligro, la revolución y la enajenación, la política y el sexo... En definitiva, dos posturas enfrentadas, las de Marat y Sade, y una función para hacer sin seguro, sin barandillas (...).

Adolfo Marsillach montó la obra en medio de un clima de tensión que requería un compromiso total. Después de aquel 68 en el Español llegarían Peter Brook, Miguel Narros y ahora, Andrés Lima. Ninguno ha dejado títere con cabeza cuando ha puesto en escena la obra de Weiss: 'él lanzó una piedra desde 1789 que llegó hasta los 60 y nosotros queremos que rebote y llegue hasta nuestros días'. (...).



El texto escapa a interpretaciones exclusivas para intelectuales o teatreros. Estamos ante un juego de espejos: actores que hacen de enfermos que montan una obra de teatro en un psiquiátrico... Siempre utilizamos la locura para descalificar pero no se emplea para reivindicar las utopías. (...) En la obra intervienen 16 actores, entre ellos Miguel Rellán, Nathalie Poza, Lola Casamayor y Alberto San Juan, quien considera que se han aplicado los principios revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad al montaje, contribuyendo a que el valor más importante sea el del conjunto del pueblo, todos los que están sobre el escenario. (...) En esa atmósfera contagiosa de locura y lucidez se establece una metáfora donde pululan represores y reprimidos. Estos son los papeles que adoptamos en nuestra sociedad donde, como demócratas, somos co-responsables de todo lo que ocurre: lo bueno y lo malo. Volvemos a nuestra celda carcelaria, a nuestro aposento en el manicomio, pero antes le preguntamos a Lima si el teatro sirve como terapia: 'si vale de terapia para nosotros, que estamos bastante enfermos, para todos los demás también, siempre que no exista la pretensión de curar a nadie'.
 
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com


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