Las Banshees y su mundo

Mucha gente que me conoce, sobretodo via telemática, se preguntará el porqué de un nombre que he usado con frecuencia: Banshee. Me enamoré de las Banshees hace casi 20 años cuando las conocí estudiando cultura celta, no ya por su faceta oscura, tétrica y fantasmagórica sino por su halo gótico y de misterio. Parece ser que siempre me he sentido especialmente atraida hacia ese halo extraño, pudiera ser también por mi naturaleza lunática...

Ya de pequeña una de las imágenes cinéfilas más presentes en mi mente ha sido la de Laurence Olivier sintiendo la mano gélida del fantasma errante de Cathy en Wuthering Heights, un clásico romántico escocés escrito por Emily Brönte y una excelente película dirigida en 1939 por William Wyler.





La Banshee (Banshi o Benshee) era uno de los espíritus pertenecientes a ciertas familias irlandesas o de las Highlands escocesas. Supuestamente, se trataba de una figura femenina que se lamentaba durante o antes de la muerte de un miembro de la familia. La palabra se deriva del irlandés antiguo "ben sidhe", una mujer perteneciente al mundo de las hadas, pero ha adquirido diversas traducciones, incluyendo Angel de la Muerte, Dama de la Muerte, Mujer de Paz, Nimfa del Aire, Espíritu del Aire...

La tradición de la Banshee, que se remonta a principios del siglo XVIII, se mantiene viva en diversas zonas de Irlanda. Mucha gente ha descrito el "terrible lamento" que precede a una muerte y algunas familias creen que por tradición, una Banshee les acompaña. A veces la palabra se usa para denominar a cierta clase de demonio, pero en el folkore nórdico, la Banshee es siempre benevolente.

La Banshee de la leyenda se trata de una alma incorpórea, de alguien que en vida estaba muy unido a la familia o bien que odiaba a todos sus miembros. Así, si amaba a los que llamaba, su lamento era un canto dulce, tierno y consolador cuya intención era anunciar la proximidad de una muerte y reconfortar al resto de la familia. Pero si durante su vida, la Banshee fue una enemiga de la familia, el lamento parece más una grito fantasmagórico, un aullido demoníaco de placer ante la agonía fatal de uno de sus enemigos.

Estreno de Othello en el Donmar

Ironías del destino, visité Londres la semana previa al puente de diciembre con el propósito de asistir al concierto de Mika, del cual ya tenía la entrada, con dos conocidos. Desafortunadamente, mis esperanzas de ver a Ewan McGregor en Othello eran pocas debido a que la gran expectación por ver al actor había arrasado con todas las entradas de este minúsculo teatro londinense. Bien, los conciertos de Mika se anularon y pude conseguir fácilmente una entrada para la tragedia de Shakespeare en el Donmar's.


Una vez más, el sensacionalismo y la desesperación hicieron que el precio de las entradas -muy reducido por cierto (de 7.50 a 20 libras)- se disparara por Internet llegando a alcanzar las escalofriantes cifras de 2000 o 3000 libras esterlinas. De hecho, debo reconocer que no son difíciles de onseguir ya que diariamente se ponen a la venta 30 entradas (20 de pie o standing) y si uno está interesado, no tiene porque madrugar excesivamente, aunque así se asegura una mejor entrada. En concreto, yo me presenté 2 horas antes de que abrieran la taquilla y fui una de las afortunadas.
 

No es mi intención escribir aquí una crítica de la obra: yo salí encantada y satisfecha por varias razones. Una, porque siempre me entusiasma ver una gran tragedia shakespearianas en Londres. Segundo, el teatro era un pequeño recinto, muy acogedor e íntimo, en el que te integrabas prácticamente con los actores. Y por último, para que nos vamos a engañar, estaba Ewan McGregor... aunque pasada la sorpresa inicial me quedé inmersa en la historia y la magnífica interpretación de Chiwetel Ejiofor (American Gangster). Las críticas han sido buenas y malas. Básicamente han elogiado el trabajo del actor que interpreta a Othello e insistido en la falta de fuerza en los personajes de Yago y Desdemona.


En fin, una importante baza a tener en cuenta si uno visita Londres en los próximos 2 meses y disfruta viendo interpretar a un Shakespeare que mantiene la escenografía y vestuario clásicos (considerando que Ian McKellen les hace competencia como King Lear en Drury Lane).

Ewan McGregor interpretará a Yago en la producción de Othello en Londres


Para los que estéis tan locos como yo por Shakespeare, y por Ewan McGregor (dos nombres en principio sin conexión alguna), un viaje relampago a Londres a finales de año o principios del siguiente va a ser inexcusable. Una de las principales tragedias de Shakespeare, Othello, se representará desde el 29 de noviembre de este año al 23 de febrero de 2008 en el Donmar Warehouse en el londinense Covent Garden.

Después del debut de McGregor en el West End londinense y en este teatro en particular como Sky Masterson en la aplaudida Guys and Dolls, el actor ha bajado su caché para poder interpretar en el mismo teatro a uno de los mayores villanos en el teatro británico.

Junto a McGregor, completan la producción en los papeles principales Chiwetel Ejiofor (Hijos de los Hombres, Plan Oculto) como Othello y Kelly Reilly (Mrs. Henderson presenta, Orgullo y Prejuicio, Una Casa de Locos) como Desdemona, ambos con experiencia encima del escenario del Donmar Warehouse.

Aliens motivadores

Sencillamente genial.
Tendríamos que tomar ejemplo de estos pobres alienígenas...


Me gusta necesitar y sentirme necesitada. Me gusta amar, sentir que me dejo amar y saber que me aman. De una manera auténtica: con el verbo amar, no con el verbo querer. Por mí misma, sin posesiones ni condiciones pero con sinceridad y complicidad.

Defiendo la sinceridad, arma de doble filo (callar o no callar?), el no traicionarse ni mentirse a uno mismo ni a los demás.

Defiendo el Respeto y la Dignidad en mayúsculas hacia uno mismo y hacia los demás, porque es lo mínimo que tenemos que conservar.

Defiendo la existencia de la felicidad, no como una utopía irrealizable sino como un camino individual que se trabaja día a día, un estado de ánimo no comparable a la satisfacción puntual, el no condenar en ninguna medida lo que observamos en nosotros mismos.

Me gusta sentirme libre de alma y conciencia para poder plasmar en palabras esa extraña confusión de tornasoles que esconde con frecuencia mi iris: tristeza, desamor, melancolía, desesperación o decepción. Alegría, entusiasmo, ilusión, pasión o inocencia.

Y finalmente defiendo la
creatividad y la ilusión, armas todopoderosas que nos permiten seguir avanzando, mirando a veces al mundo a través de los ojos de nuestro niño interior y apostando por ser nosotros mismos un segundo más, un minuto más...

El lado oscuro del corazón


1992: año de ilusiones y año de cambios para mi. Trabajo en los Juegos Olímpicos y preparo nerviosa mi boda y posterior visita a Australia. Decepción. Despierto al mundo del cine y sus diferentes significados. En medio de mucha confusión, esta película me hipnotizó. Mujeres que sepan volar, Nacha Guevara como la Muerte enamorada de un poeta, Dario Grandinetti y Mario Benedetti, surrealismo, romanticismo y poesía.

Es difícil describir esta película. Es densa pero te conmueve como pocas han llegado a conseguir. Voy a permitirme citar una de las muchas emotivas opiniones acerca de esta película y a ofrecer secuencias de esta película con poemas de Mario Benedetti:



Subiela en ésta película no hizo nada menos que arrancarme el alma. Siempre la sentí enorme, siempre yo tan chica... Es una película que nació conmigo, que tocó a mi papá como nunca, que inspiró a que empiece él a leerme a Oliverio, a Gelman y a Benedetti por las noches en vez de cuentos infantiles. Ya no sé qué entendía en esa época de lo que me decía. Que siento ahora qué siento. Eso importa.

No te salves y Corazón coraza (recitado por Mario Benedetti en alemán)
Nunca veas a una puta con luz de día (uno de los diálogos sobre las ilusiones más bellos de esta película)

Me encanta esta mirada... sincera, inocente, profunda...

El lenguaje de las caricias

No es sólo un placer; acariciar y ser acariciado es también una necesidad para nuestro bienestar, equilibrio y desarrollo. Las caricias son un lenguaje rico y sofisticado. Un extraordinario código de comunicación tan elocuente o más que las palabras, ya que nos permiten acercarnos al otro y crecer en la expresión del amor. Hay caricias que consuelan y las hay que alientan. Otras alivian, algunas reconocen, las hay que desatan el deseo. Hay caricias vestidas de pasión y las hay con sabor de amistad y ternura. Las caricias expresan un rango amplísimo de significados: gratitud, compasión, esperanza, reconciliación, complicidad, perdón... Porque nacen tanto del instinto más arcaico que busca el contacto con el otro para saberse protegido, como de la expresión de la conciencia más elevada y entregada al otro. Precisamente porque en la caricia convive lo animal y lo humano, nos recuerda que somos piel, que somos materia, pero también nos abre la puerta a momentos de trascendencia. Quizá por ello, decía Paul Valéry que lo más profundo que tenemos es la piel: el recuerdo de los mimos y arrullos de la madre, de los abrazos del padre, de los besos y caricias del ser amado, el tacto de la piel de nuestros hijos forma parte de las memorias más valiosas que nos acompañan. También la caricia que nos brinda la naturaleza: el tacto de la tierra, los pies sobre la hierba, la caricia del agua, el manto del cachorro, los pasos en la arena? Nos relajan, despiertan la paz interior y la alegría porque nos remiten a lo esencial.

Cuando es sincera y deseada, la caricia transforma. En el juego amoroso y en la lujuria desatada nos transporta al movimiento, al ardor, al entrelazamiento, al clímax y a la relajación dichosa. En la ternura, nos conmueve y emociona. En la amistad, nos une y nos hace cómplices. Incluso la paz y la buena voluntad se manifiestan en el encuentro de dos manos que se enlazan en el tacto de la caricia. También en el dolor y durante el duelo, el mimo y el abrazo del ser amado hacen soportable la pérdida porque apuntalan el alma herida. Las caricias abren además la puerta a la conciencia de nuestro cuerpo. ¿Conocemos los matices y el infinito espectro de sensaciones que puede despertar la caricia del ser amado? ¿Conocemos en detalle la piel de nuestra pareja, del ser querido o deseado con el que nos sumergimos en contacto íntimo? Más bien no. En general conocemos poco nuestro cuerpo, y aún menos el del ser amado. En él existe un universo que jamás acabaremos de explorar, porque el tiempo, además, aporta nuevas dimensiones y sensaciones que matizan y amplían continuamente la experiencia de reconocimiento del cuerpo de la persona amada.

Frente a la comunicación a distancia y a la sobresaturación de estímulos disponemos de caricias, tacto, contacto y ternura. Muestras de afecto en el cuerpo a cuerpo en lugar de tanto teléfono móvil, Internet, televisión? Quizá hoy, buena parte de los problemas de salud psicológica y física que estamos viviendo en una sociedad cada vez más estresada y bulímica son gritos desesperados de nuestros cuerpos, que, llevados por una inteligencia arcaica, esencial y profunda, reclaman ver satisfecha su necesidad de encuentro íntimo con el otro. Una intimidad que no es sólo o necesariamente encuentro sexual, sino, ante todo, necesidad de encuentro sincero, de amor. ¿Y si, en lugar de atiborrarnos diariamente de banalidades, historias ajenas o pasatiempos de escaso valor emocional e intelectual, nos sumergiéramos en los matices de la caricia? Sin duda, el mal humor, la depresión, la angustia e incluso la tristeza descenderían drásticamente. "Haz el amor y no la guerra", rezaba el eslogan pacifista, y no estaría de más retomarlo.

Porque acariciarnos estimula las endorfinas que nos hacen más soportable el dolor, amén de aportarnos una profunda sensación de bienestar. Si crecemos en ausencia de contactos afectuosos, nuestros cerebros tenderán a tolerar poco el estrés, la ansiedad y el dolor. Es el significado que acompaña a la caricia, el deseo de abrir la puerta al placer, lo que hace que el vello se erice, que el escalofrío surja y la emoción se despliegue.

Una caricia puede llegar a ser el único medio para expresar lo innombrable. Porque la caricia ya habla incluso antes de manifestarse. Está ya presente en su intención. Como lo expresó Mario Benedetti: "Como aventura y enigma / la caricia empieza antes / de convertirse en caricia". Luego, la invitación a la que llegamos es simple: podemos incluir en el espectro de nuestro lenguaje con nuestros afectos el gesto amable, conciliador y tierno de las caricias. Podemos elegir incluir en nuestro alfabeto comunicativo y en nuestra dieta emocional una saludable dosis de ternura a través de la piel. ¿Cómo realizarlo, cómo podemos comunicarnos mejor con los que amamos? La respuesta, tal cual, está en nuestras manos.

Alex Rovira

Abrazar es saludable

Abrazar es saludable. Favorece el sistema inmunitario, te mantiene sano, cura la depresión, reduce el estrés, induce el sueño, vigoriza, rejuvenece, no tiene efectos colaterales indeseables... en una palabra, es una droga milagrosa. Abrazar es lo más natural. Es orgánico, naturalmente dulce, no lleva pesticidas, ni conservantes, ni ingredientes artificiales y es sano al 100%.

Abrazar es prácticamente perfecto. No tiene partes mecánicas, ni pilas que se gasten, ni exige chequeos periódicos. Es de bajo consumo energético, alto rendimiento, a prueba de inflación, no engorda, no exige pagos mensuales ni seguros, a prueba de robos, no está gravado con impuestos, no contamina y, por supuesto, es completamente reciclable.

Ver tambien La verdad sobre los abrazos. Gracias Jose.


Marat-Sade y Animalario


MARAT-SADE, de Peter Weiss
Centro Dramático Nacional y Compañía Animalario
Teatro Tívoli, 3/05/07 - 27/05/07


Trata sobre la representaciones que solía crear el Marques de Sade en el convento de Chareston en el cual fue recluído ya que por un lado tenía una enfermedad mental y por el otro era un agitador de las clases políticas y pudientes de la Francia post Revolución. Las obras, claro esta, eran representadas por internos para la diversión de las clases pudientes y en ellas el Marques de Sade solía incluir ciertos puntos de vista que se le podían permitir por su concepto de "loco" pero que eran ídeas más cuerdas que las de los no enfermos. Sade mostró a este publico de bolsillo pudiente su propia realidad, haciendoles que ver si estaban allí era en gran parte por muchos de los internos que fueron los que idearon la Revolución Francesa y que fueron declarados como "locos" por aquellos que tan sólo les interesaba la Revolución para pillar un buen cargo. Entre los ideologos de la Revolución estaba Marat que fue un preso político y que fue asesinado por unos hechos que mostró Sade en una representación tan escandalosa como rigurosa.

Sobre la obra no voy a decir más que una frase del comienzo y la frase final. Al comienzo, al público se le dice que "dado el nivel de envejecimiento de la media europea, más del 50 % de la población que supere los 60 años terminará padeciendo algún tipo de enfermedad mental" y al final se dice "¿Cuando vaís a comenzar a ver?".



Persecución y asesinato de Jean-Paul Marat representado por el grupo teatral de la casa de salud de Charenton bajo la dirección del señor de Sade. Bajo ese título se esconde el libreto donde Peter Weiss filosofa acerca de la realidad y el peligro, la revolución y la enajenación, la política y el sexo... En definitiva, dos posturas enfrentadas, las de Marat y Sade, y una función para hacer sin seguro, sin barandillas (...).

Adolfo Marsillach montó la obra en medio de un clima de tensión que requería un compromiso total. Después de aquel 68 en el Español llegarían Peter Brook, Miguel Narros y ahora, Andrés Lima. Ninguno ha dejado títere con cabeza cuando ha puesto en escena la obra de Weiss: 'él lanzó una piedra desde 1789 que llegó hasta los 60 y nosotros queremos que rebote y llegue hasta nuestros días'. (...).



El texto escapa a interpretaciones exclusivas para intelectuales o teatreros. Estamos ante un juego de espejos: actores que hacen de enfermos que montan una obra de teatro en un psiquiátrico... Siempre utilizamos la locura para descalificar pero no se emplea para reivindicar las utopías. (...) En la obra intervienen 16 actores, entre ellos Miguel Rellán, Nathalie Poza, Lola Casamayor y Alberto San Juan, quien considera que se han aplicado los principios revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad al montaje, contribuyendo a que el valor más importante sea el del conjunto del pueblo, todos los que están sobre el escenario. (...) En esa atmósfera contagiosa de locura y lucidez se establece una metáfora donde pululan represores y reprimidos. Estos son los papeles que adoptamos en nuestra sociedad donde, como demócratas, somos co-responsables de todo lo que ocurre: lo bueno y lo malo. Volvemos a nuestra celda carcelaria, a nuestro aposento en el manicomio, pero antes le preguntamos a Lima si el teatro sirve como terapia: 'si vale de terapia para nosotros, que estamos bastante enfermos, para todos los demás también, siempre que no exista la pretensión de curar a nadie'.
 
Texto escrito por Daniel Galindo y publicado en LaNetro.com


Oportunitats a la vida


"There are opportunities in life for gaining knowledge and experience. 
Sometimes, it's necessary to take a risk"


Prendre decisions i triar entre dos camins diferents a la vida de vegades és complicat. Sovint creiem que hem escollit el camí equivocat , que si poguéssim tirarem enrera el rellotge i canviariem les nostres decisions.

Com diu el meu estimat Jeffrey Beaumont a la frase que cito de una de les meves pel·lícules preferides Blue Velvet, hi ha oportunitats a la vida de les que en podem treure coneixements i experiència, i de vegades, un s'ha d'arriscar. Reconec la meva inseguretat però crec que en el fons, el nostre microcosmos es perfecte perquè sempre hem d'acabar aprenent de les experiències i decisions preses, encara que el procés d'aprenentatge sigui llarg.



I aprofitant la breu referència anterior a Blue Velvet, no puc evitar incloure un link a una de les meves millors escenes d'aquesta pel·lícula. Roy Orbison perd protagonisme al costat d'un brillant Dean Stockwell i Dennis Hopper, així com d'altres actors que van interpretar el paper de la seva vida (Isabella Rosselllini, Kyle McLachlan...). Per a mi un del grans clàssics del cinema contemporani, del post-modernisme i del cinema negre. I una de les escenes més estranyes, tristes, surrealistes i decadents... és el que té Mr. Lynch.


El cerebro femenino



El cerebro femenino (The Female Brain)
Louann Brizendine (2006)


A través de una entrevista en La Contra el día 6 de marzo de 2007, descubrí a la Dra. Louann Brizendine, neuropsiquiatra y neurobióloga californiana y fundadora en San Francisco de la Women's and Teen Girl's Mood and Hormone Clinic.


La entrevista me dio a conocer aspectos sorprendentes y decidí aprender un poco más acerca de las hormonas femeninas y su importante influencia en la mujer a todos los niveles a través del libro que acaba de publicarse en España. Aquí os dejo un extracto del texto que aparece en la contraportada, así como un link al primer capítulo del libro en inglés. Disfrutadlo, va dirigido a hombres y mujeres.


"Los cerebros masculino y femenino son diferentes por naturaleza. Pensad en esto. ¿Qué ocurre si el centro de comunicaciones es mayor en un cerebro que en otro? ¿Qué, si el centro de la memoria emocional es mayor en uno que en otro? ¿Qué, si un cerebro desarrolla una mayor aptitud para captar indicios en los demás que la posee el otro cerebro? En este caso, nos encontraremos ante una persona cuya realidad dictaría que sus valores primarios fueran la comunicación, la conexión, la sensibilidad emocional y la reactividad. Esta persona estimaría tales cualidades por encima de todas las demás y se sentiría bloqueada por otra persona cuyo cerebro no captara la importancia de dichas cualidades. En síntesis tendríamos a alguien dotado de un cerebro femenino." (De la introducción).


Todo cerebro empieza como cerebro femenino. Sólo se vuelve masculino ocho semanas después de la concepción, cuando el exceso de testosterona disminuye el centro de comunicación, reduce el córtex de la audición y hace dos veces mayor la parte del cerebro que procesa el sexo.

Sutilezas

Los seres humanos somos complicados. Nunca estamos del todo bien con alguien, sin embargo, tampoco nos gusta estar solos. Y no hablo a título muy personal. Basta con mirar a mi alrededor para darme cuenta que lo que me pasa a mí, le pasa a un montón de gente como yo. Hay personas que le resulta muy fácil estar con alguien al lado y rápidamente comienzan a hablar en plural, a respirar el mismo aire y se olvidan que antes vivían sin esa persona. Otros, en cambio, estamos en un eterno conflicto con lo que queremos y lo que somos capaces de reconocer. Pero en la vida siempre hay que reconocer algo. Algo, al menos.


Pablo Neruda tituló sus memorias: “Confieso que he vivido”. Yo no llego a tanto y seguro no os sonará nada poético. Pero si tengo que empezar, reconozco que necesito sentirme querida, que me abracen sin motivo aparente y que me dejen respirar. En la cotidianeidad, confieso que me molesta preparar café o subir la garrafa de agua y nunca me acuerdo de comprar servilletas. Entrando en sutilezas, confieso que no tolero que me pregunten con quién he cenado la noche anterior, si no soy yo quien “espontáneamente” da la información, o la pregunta aun más fatal: ¿Y a qué hora te fuiste a dormir? Cuando siento que me quieren cortar las alas, vuelo lejos.Quiero pensar que en las relaciones, como en casi todo en la vida, lo que no es espontáneo no es verdadero y las cosas forzadas no sirven. Entonces por ahí surge mi asombro. Me explico: veo tantas mujeres, y odio criticar a mi género, desesperadas por inventarse una estabilidad, por definirse a través de con quién están, por darle un nombre a la relación, por exigir. Mientras, yo sigo pensando en lo mismo. Lo mejor es aquello que no se fuerza. A veces creo que no soy de Venus, ni de Marte. Seré de Júpiter.


Entiendo el estar con alguien como un diálogo, como una complicidad, como un juego y no necesito muchas más certezas.


Pero reconozco, y sigo con las confesiones, que resulta difícil esa búsqueda entre lo espontáneo y lo intenso. Porque hablando de intensidades, que es lo que me mueve, me justifica y lo que también me aleja, al menos para mí, de esa ficticia búsqueda de estabilidades. Creo más en lo que no se dice, en lo que no se promete, en la piel, en la simple entrega. Aunque a veces me equivoque, vaya.


No sé si eso es bueno o malo. Sólo sé que lo que yo al menos intento, es ahogarme en los momentos, exprimirlos. Y claro a veces terminan rodando lágrimas de las mejillas. Pero cuidado porque la intensidad no está en el dolor o en la pérdida. Está simplemente en el momento y es imposible extrapolarla.


De hecho, cuando el tiempo ha pasado y miro las cosas con distancia, ya no aparece esa intensidad, y creo que nada fue tan verdadero. Y con esa convicción y otro día de sol me sumerjo nuevamente en el juego. Hasta que un día el juego se acaba o se hace verdadero.


Mariana Jara

¿Por qué no dices “te quiero”?

Afuera apenas se vislumbran sombras pero dentro un resquicio de luna se ha colado en la espalda del otro y se acompasa a su respiración. Ella sabe que se ha dormido y eso que han pasado sólo un par de minutos. Otra vez se olvidó de la frase. Como ayer y el día anterior, como se le pasa decirla cuando agita el nescafé entre legañas antes de lanzarse escaleras abajo para no perder el tren de las 8.40. A veces ella se la implora y él se la regala con un beso, pero cada vez menos porque la mujer se ha cansado de tirar del carro. Si sigue así terminará como sus amigas que no dan si no reciben y de tanto callarse los "tequieros" se han olvidado de su uso. A fuerza de pensar en los afectos y sus ausencias ya conoce de memoria la retahíla de explicaciones sobre el porqué de las palabras: entiende que el cariño verbal es gasolina, que la seguridad y la autoestima se refuerza con los mimos y que el amor debe narrarse a cada paso. Puede disertar sobre las diferencias entre "te quiero", "te amo" y "te extraño" y escudriñar en el tono de lo dicho matices infinitos. Vamos, que es una experta en el amor oral aunque a su pareja le cueste practicarlo. O lo considere poco y eso que cuando ella halaga sus habilidades con la mecánica él se infla como un pavo, lo que indica que también es receptivo a los cumplidos.

Ahora la espalda del hombre se agita en un ronquido y ella cierra los ojos según se anuda a su cintura. "¿Que me quieres? Pues claro sí, pero… ¿tanto te cuesta decirlo?"

Teresa Viejo

  © Blogger template 'Solitude' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP